jueves, 25 de noviembre de 2010

un pactO...

Una amistad es un pacto, un contrato tácito, un acuerdo de palabra sin palabras. Los dos sabemos que eso significa ‘somos y cuando estamos juntos no le tengo miedo a nada’. No hace falta decirte que te quiero mucho, que sos mi hermano, que doy mi vida por vos y eso es literal. Saber que nadie te va a soltar la mano no tiene precio, ni hay que decirlo, es un pacto silencioso. Prometer que vas a cambiar y lograrlo es cumplir un pacto. Siempre supe que ibas a estar, jamás dudé de vos ¿Cómo hago para dejarte ir? Mi pacto con vos está escrito en las estrellas, es más fuerte que la distancia y el tiempo, es un pacto que vence al destino. Entenderse con la mirada, esa expresión siempre me pareció tan trillada, vacía. Ahora veo que es un pacto implícito, lleno de sentido. Te juro, te prometo, te doy mi palabra. Siempre estamos pactando ¿Para qué lo haremos? No dañar debería ser el mandamiento fundamental. No dañar y no defraudar a los que nos quieren. Un pacto se hace de a dos. Juramos sernos fieles. Juramos estar siempre uno al lado del otro. Siempre vas a contar conmigo. Es un pacto. La vida te da y te quita. Eso también es un pacto. Un pacto es un refugio. Cuando el pacto se rompe quedamos desprotegidos, a la intemperie. Romper un pacto, como una amistad, es algo imperdonable…


aleluya...

A todos nos contaron la historia de Adán y Eva. Vivian en un lugar perfecto, donde nada faltaba y donde se era feliz sin esfuerzo.
Cada día agradecían al señor y hacía una alabanza “Aleluya, alabado sea Dios por este paraíso”. Pero por desobedecer una ley nos expulsaron del paraíso
aunque yo creo que fue mucho peor que eso, no nos expulsaron, sino que nos dejaron en el paraíso pero ciegos. Nos quitaron la capacidad de ver el paraíso en el que vivimos. Si uno pudiera abrir los ojos y ver, ver lo que nos rodea, los milagros cotidianos, la belleza, el milagro del amor, de la amistad. Si pudiéramos ver la magia de cada día, los amaneceres y los atardeceres, el poder de la naturaleza Si pudiéramos ser conscientes de la vida que siempre se abre paso. Si entendiéramos que existir ya es estar en ese paraíso diríamos todos los días “Aleluya”.
Aleluya por poder ser testigos y parte de este milagro. Aleluya por tener la capacidad de emocionarnos. Por ser los únicos seres capaces de reír y de llorar. Pasamos toda nuestra vida intentando de regresar al paraíso cuando en realidad vivimos en él. Solo hay que abrir los ojos, despertar y verlo. No solo estamos en el paraíso, sino que somos el paraíso. Aleluya, alabado sea Dios, la vida, la energía o lo que vos creas. Aleluya por eso. Aleluya por el amor, por la alegría y por el dolor. Aleluya por los amigos, hermanos, padres, madres, hijos, aleluya. Aleluya por ese paraíso en el que vivimos y por el que vale la pena sacrificarse…

domingo, 21 de noviembre de 2010

detenidOs en un mOmentO...


Para transitar algunos dolores, para poder abrirnos a ellos hay que animarse a perdonar. Perdonar es soltar la culpa, dejarla ir. La culpa es un ancla que nos detiene.
Al perdonar, al soltar la culpa, nos soltamos nosotros. Nos permitimos avanzar. Castigarnos una y otra vez por algo que no podemos cambiar nos detiene en el tiempo.
Hay que salirse de la huella, de esos pasos que nos llevan una y otra vez al mismo camino. Perdonar, perdonarse, es crecer. Hay que animarse a avanzar, a no repetir las mismas respuestas a los mismos problemas. Nos cuesta perdonarnos y eso nos destina a quedarnos congelados en el error que cometimos. No perdonarnos es nuestra forma de castigarnos. Perdonar es más que perdonar a otro, es entender que no somos culpables de las impotencias de los otros. Cuando repetimos aquello que nos hace mal en realidad es nuestro interno por repararlo. Es un intento porque aquello que fue no sea. Cuando volvemos al mismo sentimiento buscamos la chance de cambiar lo que pasó. Un imposible. Perdonarse es soltar la culpa de existir. Hay deseos muertos, que nos atan, nos detienen en el camino. Están los otros, los que nos empujan, los que nos abren el camino. Los deseos muertos quieren cambiar lo que no se puede cambiar. Nos hacen mirar atrás, niegan el perdón y la posibilidad de perdonar. Perdonar es dejar en el pasado lo que es el pasado. Es acomodar ese trauma en donde corresponde. Es reconstruir desde las ruinas. Es cerrar esa puerta. Es dejar que el tren avance. Es volver a jugar el partido. Es afirmar la propia identidad. Es animarse a ser otro. Es superar nuestros miedos. Es enfrentar nuestros miedos. Es luchar contra nuestros demonios. Es reencontrarse con uno mismo. Perdonar y perdonarse es soltar eso que nos tiene detenidos en el tiempo, y al fin poder avanzar...

viernes, 12 de noviembre de 2010

vOlver a casa...

Con los años se nos cae el pelo, nos salen arrugas, engordamos, adelgazamos pero siempre mantenemos un color inalterable que nos hace únicos.
Ese color es nuestra esencia. Se puede madurar, se puede crecer, se puede aprender pero siempre está ese algo de nosotros mismos que se mantiene fiel, inalterable.
Es como comer tu plato preferido, o escuchar esa canción que te gustó siempre que para vos nunca pasó de moda, o como reencontrarte con tus amigos de toda la vida. Es reencontrarte con vos, es volver a casa. Una canción, una palabra, un amigo, una mirada, un punto de encuentro es volver a casa.
Leí en un libro que la felicidad es el hábito de las cosas buenas, es volver una y otra vez a lo que nos hace bien. Volver a casa.
Un gesto que se repite, una mueca de complicidad, un traspié que nos recuerda quienes somos, donde estamos, para que viajamos. Símbolos de la vuelta a casa.
El hombro de ese amigo que te sostiene no va a cambiar aunque él cambie y vos cambies. Vayas a donde vayas ese amigo va con vos.
Es como el sonido de tu risa, cuando es verdadera, cuando te sale de la panza, no cambia nunca. El tono de tu voz, pero ese tono que te aparece solo cuando hablas con alguien que amas no cambia nunca. Ese rasgo que te hace único no cambia.Tu manera de llorar no cambia. Y lo que necesitas para sentirte mejor tampoco cambia.
Todo eso que sos, que trajiste con vos y que te llevarás con vos no cambia.
Eso que llevas con vos vayas a donde vayas es lo que te hace sentir en casa.
Por más lejos que vayas, por más que te extravíes, siempre llega la hora de volver a casa…

un ladrillO...

Para construir algo nuevo hay que destruir lo anterior, limpiar, poner los cimientos, preparar el terreno. Ser jóvenes tal vez es comprender que somos constructores, arquitectos de nuestra propia vida. Hoy estamos construyendo futuro. Un ladrillo sirve para construir casas que alberguen sueños, puentes que unen diferencias, defensas que nos protejan, pero también sirve para levantar muros que nos separan y nos vuelven irreconciliables...

domingo, 7 de noviembre de 2010

la música que en tu alma está...

Es tu furia la que empieza hoy bajo la sombra del sol.
Un viaje imposible de terminar sin mirar atras.
Todos se alejan de la conmocion buscando un tranquilizador. Siempre dicen que el problema sos vos con un grito aniquilador. El fuego de la ciudad nos quema a todos por igual Y todos quieren correr y jamas pensaran volver. Miren arriba, se quema el cielo y abajo la revolucion. Una cadena rodea tu cuello y tira y tira sin compasion. En las iglesias, la cruz se cayo señal de que nadie va a rezar. Y en las calles se murmuran filosofias sobre el final. El fuego de la ciudad nos quema a todos por igual. Y todos quieren correr y jamas pensaran volver...
Todo se va a terminar y no habra tiempo para refutar.
Esas melodias adolecentes que nunca pararon de gritar...



amigo mio!
que lindo fué verte

te quiero mucho!

viernes, 5 de noviembre de 2010

un paraisO para todOs...

¿Una historia puede tener un final feliz si hay alguien que sufre y hay alguien que termina lastimado?
Todos merecemos tener un final feliz, lindo, rosa, con un arcoíris, todos merecemos tener un paraíso.
¿Cómo se hace para ganar sin que nadie pierda? Si uno, aunque sea uno solo de nosotros, termina mal nadie puede terminar bien. El paraíso no puede ser como un VIP que solo algunos entran, tiene que ser para todos.
Habrá que recordar que no todo es lo que parece. Habrá que volver al famoso pensamiento lateral una vez más, pero yo estoy segura de que hay un paraíso para todos, tiene que haber.
Tendremos que ser más solidarios, más generosos para correr a nuestro egoísmo de lado para hacerle un lugarcito a todo el resto en el paraíso vip…

solO...

Cuando uno entiende que no está solo todo cobra valor, cada decisión, cada error, cada si, cado no, todo afecta a los demás.
Aceptar que no estás solo es aceptar que ya no existe solo el quiero, también existe el debo, el puedo, el tengo que. Uno tiene que saber que si tira de un punto del tejido se desarman los otros, todos estamos hechos de la misma lana. Amar es pensar en los demás, es tenerles consideración, es que te acompañen en cada decisión. Estar solo es no pensar en nadie y que nadie piense en vos. Amar es olvidarse un poquito de uno mismo…

la vida es sueñO...


Hay que distinguir entre vivir tus sueños y soñar con una vida irreal. Para despertar de ese sueño que nos anestesia hay que volver a creer.
Despertar es salir de tu bunker, de esa habitación donde te encerras para no vivir la vida. Despertar es romper la burbuja, salir de la placenta donde estamos tan cómodos. Despertar es aceptar que la vida a veces duele. La vida puede ser un sueño, un somnífero, una cárcel. Despertar es encontrar la llave. Cuando uno despierta de una pesadilla agradece que haya sido un sueño, pero cuando la vida te golpea desearías estar soñando. Podés no distinguir si estás despierto o dormido pero sabes perfectamente que es una pesadilla.
Sin sueños la vida no tendría sentido, pero vivir en un sueño, en una ilusión, no es vivir. Vivir despierto significa que el dolor duela, sin anestesia, y que la felicidad nos mantenga con los ojos bien abiertos. La vida real, la de verdad, empieza cuando abrimos los ojos y dejamos de soñar…

dulces sueñOs...


Un sueño que te anestesia no puede ser bueno. Soñar a veces es una manera de no vivir. A veces soñamos que tenemos eso que en la realidad no podemos tener
¿Quién quiere despertar de ese sueño?
Un sueño hecho realidad es una contradicción, un sueño es sueño, y la realidad es real.
Es más fácil creer a alguien que te dice que va a estar todo bien aunque sea una mentira que a alguien que te dice la verdad aunque no sea tan soñada. Una realidad que duele se cura con más realidad, nunca con negación. Los sueños se rompen como un cristal ante la realidad. Los dulces sueños tienen un único objetivo, tapar lo amarga que puede ser nuestra realidad. Los dulces sueños están hechos de ilusión, de todo lo que no es real. Y la ilusión está hecha de dulce olvido, olvido de la amarga realidad…